
Tara ("estrella" en sánscrito) o Arya Tara, también conocida como Jetsun Dolma en tibetano, es la "madre de la liberación" o "la madre divina" de todos los budas. Se cuenta que ella nació de las lágrimas de Avalokiteshvara. Tara es una deidad tántrica para los practicantes de la rama tibetana del Vajrayana, para desarrollar ciertas cualidades interiores y comprender lo exterior, lo interior y las enseñanzas secretas sobre la compasión y el vacío.
A Tara Blanca
(Sitatara) se le relaciona con la longevidad. Por lo general, su mantra se canta
mientras se piensa en determinada persona. Ella es otra representación de la
compasión y su imagen aparece dotada con siete ojos (un par en el rostro,
como es común, uno en cada palma de sus manos, otro en las plantas de sus pies y
uno más en la frente). Esto es un símbolo de que la mente compasiva está siempre
vigilante. Como es una forma variante de Tara Verde, su mantra comienza de
manera similar. Sin embargo, al juego de palabras que se hace con su nombre, se
le añaden varios vocablos que tienen que ver con la longevidad. Ayuh significa
larga vida (como en la medicina Ayurveda). Punya se refiere al mérito que
proviene de llevar una vida ética y se dice que ese mérito nos ayuda a vivir
felices muchos años. Jnana quiere decir sabiduría. Pushtim significa bienestar o
abundancia. Kuru es una tierra mítica que está al norte de los Himalaya, de la
cual se cuenta que era un sitio de longevidad y felicidad (quizá se refiera al
lugar de origen de los arios, que venían del norte). Mama quiere decir “mía” o
“mío” e indica que uno quisiera poseer esas cualidades de larga vida, mérito,
sabiduría, felicidad, etc. Claro que también es posible que uno le desee
esas cualidades a otra persona, por ejemplo, a un ser querido que se encuentra
enfermo.
INICIACION
DE TARA: Tara es el aspecto femenino de la compasión cual “salvadora”, que
ayuda y concentra los esfuerzos hacia el despertar. Consiste en una
purificación a un nivel muy poderoso. Elimina bloqueos, negatividades, restaura
la energía y la confianza en si mismo. Favorece la bondad, la compasión y el
amor universal. También pueden participar los hombres, porque además de las
ventajas señaladas, este ritual beneficia a la familia y las condiciones de
vida. Esta practica Budista consiste en disolver la acumulación de sufrimientos,
y confusiones en las que todos estamos envueltos, reconociendo su fuente, que es
el enfoque dualista de la mente y del mundo.
Iniciación de la Larga Vida, salvadora o liberadora del
sufrimiento y del deseo, se obtiene paz y longevidad, mejorando las condiciones
de vida. Esta meditación abre una nueva dimensión y consciencia
espiritual.