lunes, 7 de mayo de 2012

La Naturaleza Elemental II Los elementales Gnomos

En los reinos minerales, existen inteligencias que aprenden a comunicarse con seres humanos. Viven, según ellos lo expresan, en los intersticios de las rocas. Los de orden superior son como azogue en actividad; pero pueden aparecer en cuerpos similares a los nuestros y, en virtud del poder que poseen sobre la substancia mental, pueden revestirse de manera similar al de las personas a quienes aparecen. Como viven muchos siglos, adoptan generalmente, vestimenta de estilo pasado de moda. Las personas, en quienes predominan las propiedades minerales, son fácilmente impresionadas por la vibración de esos elementales; estos mismos inspiran a sus inventores las gigantescas obras de ingeniería. Tales personas son industriosas, inducen a otros a trabajar para ellos y se aprovechan de estas labores. Rara vez responden a las cosas delicadas de la vida; aunque, con frecuencia, poseen espíritus alegres y atrevidos, y gran capacidad para la construcción y exactitud en los detalles. Si tales hombres se casan con mujeres de
naturaleza de sílfides, las dominarán y les causarán gran ansiedad y sufrimiento.

No pueden darse cuenta de que, por encima de sus máquinas, hay otro mundo lleno de belleza y de actividad; son también inclinados a fabricar armas destructivas. Tratan de dominar los grandes obstáculos de la Naturaleza y serán destruídos sin compasión ni remordimiento, una vez que ella allane, de nuevo, toda oposición a sus manifestaciones que, periódicamente arrasa el mundo. Estos hombres son la reencarnación de los ingenieros atlantes y la nueva arquitectura de América es similar a la que se elevó, una vez, en el continente sumergido; pero los atlantes cavaron profundamente en la tierra, para ponerse a cubierto de las máquinas de guerra de sus enemigos. De manera que, la arquitectura americana no ha sido, únicamente, creación de condiciones económicas.

Los estudiantes se interesan extremadamente en la obra contructiva de los gnomos; pues las substancias materiales de éstos difieren de las nuestras, como las nuestras difieren de las de Oriente, y ellos pueden manipular las substancias para armonizarlas. Ellos llaman a esto destilar el perfume de minerales, y nos dicen que cada mineral tiene su olor diferente. Los gnomos reconocen nuestra atmósfera individual, de la misma manera que la reconoce el perro; utilizando esta facultad, en vez de la vista. Los gnomos se parecen al perro en muchos senti dos; como éste, son muy egoístas y les afecta fácilmente el ridículo o la burla. Los gnomos más ignorantes tienen muchas pretensiones; yo he visto a uno usando anteojos antiguos, plumas de ave, un cuerno de tinta sujeto a su cinturón y una capucha de doctor. Me trajo un antiguo volumen, casi tan grande como él.

Aprendemos a amar a estos pequeños compañeros de barbas grises y augusto talante. Nos dan valiosas informaciones y sus vidas son un ejemplo, que todo hombre limpio puede seguir.

Escuchando nuestras conversaciones se enteran de los tópicos del día; también toman a su cargo a numerosos niños en sus sueños (usualmente a los niños de los pobres) para unir sus mentes con las de ellos. De esta manera, los infantes pasan, con frecuencia, su tiempo feliz con ellos, antes de despertar. Los niños sueñan con los gnomos y nos hablan de ellos. Podríamos relatar curiosos cuentos acerca de tales seres; pero esperamos ocuparnos de ello en otra obra.

Los gnomos superiores son siempre conscientes de los átomos del Intercesor y, con frecuencia, piden al estudiante la bendición del suyo y la verdadera sabiduría del mismo estudiante.


A veces, la atracción de los mismos hacia un estudiante se debe a que éste, en alguna vida anterior, los ha evocado por medio de la magia blanca, y pueden hacerle recordar cosas secretas que él mismo tiene ocultas del pasado.

Un rey elemental los dirige; poseen gran habilidad constructiva; pero no dejan que sus obras arquitectónicas perduren, pues las desintegran, cuando desean crear nuevas formas; esto lo hacen constantemente.

De los gremios masónicos, poseen un conocimiento de la masonería ceremonial, que tendría gran interés para las logias masónicas de la época. Los judíos primitivos, debido a su constante asociación con metales y piedras preciosas, estaban también en íntima armonía con estos interesantes elementales.

Cuando penetramos en nuestra conciencia del pasado, encontramos que también poseemos naturaleza de gnomo, dentro de nuestros átomos sumergidos, y que podemos ponernos en contacto con estos pequeños seres del pasado.


Extracto de Dioses Atómicos - LA NATURALEZA ELEMENTAL

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